Comunidades y redes digitales para transformar la comunicación climática

Mientras el mundo digital está cada vez más fragmentado y dominado por empresas tecnológicas, con intereses políticos y comerciales declarados, en Bla Bla LAB seguimos pensando cómo hacer una comunicación enfocada en el bien común, para la transición socioecológica que necesitamos.

Por ello, a finales de febrero de 2025, organizamos un encuentro online para explorar alternativas a las redes sociales ”tradicionales” y cómo comunicar la crisis climática en entornos digitales. Ya no se trata de encontrar ”otro Twitter”, sino de generar conversaciones significativas y construir comunidades más éticas, con moderación colectiva y horizontal. Entonces, ¿a dónde nos vamos? A continuación os ofrecemos un resumen de las reflexiones más destacadas de las personas participantes en el evento.

De malas a buenas noticias sobre redes sociales: de la fragmentación y la toxicidad digital a las conversaciones significativas

Por Marta G. Franco (Laintersección).

Voy a compartiros seis ideas sobre el panorama actual de las redes sociales. Las tres primeras son malas y las otras tres son buenas noticias.

Primero, las redes sociales son los nuevos medios de comunicación. Lo que hacen los magnates es comprarlos, como ha hecho Elon Musk con X, igual que los ricos compraban periódicos para influir en la opinión pública. Tenemos que abandonar esa inercia de pensar que podemos abrirnos una cuenta en cualquier sitio y que con mucho esfuerzo, talento, suerte y buenos contenidos podemos llegar a grandes audiencias, porque las redes sociales son un entorno muy competitivo.

Segundo, se ha acabado el tiempo de grandes plataformas en las que podamos llegar a sectores mayoritarios de la población. Todo está mucho más fragmentado y no va a volver a pasar que haya otra superred social donde esté “todo el mundo”.

Tercero, los problemas de toxicidad en redes sociales comerciales no se van a solucionar. Como ya se ha visto en las últimas semanas, los dueños de estas plataformas no tienen ningún problema en alinearse con los intereses de los gobernantes que les propongan situaciones más favorables para su negocio. Hay grandes empresas tecnológicas que están intentando que Internet sea un espacio cada vez menos facilitador de comunicación. Pero Internet es de todas y tenemos opciones, como el fediverso.

La primera buena noticia es que Internet es mucho más que esas redes. Hay espacios como Bla Bla LAB, comunidades digitales, foros, newsletters… Hay mucho repertorio de comunicación digital fuera de estas cuatro o cinco plataformas. Otra buena noticia es que, si nos centramos en espacios digitales donde podamos construir comunidades fuertes, estaremos en mejores condiciones para avanzar hacia cambios sociales.

Debemos abandonar la idea de buscar impactos masivos y empezar a construir conversaciones significativas en espacios donde realmente generemos sentido común. Debemos utilizar espacios fuera de las redes sociales comerciales que nos permitan construir comunidades más fuertes y comprometidas; es decir, tenemos que cambiar un poco el chip y dejar de pensar en llegar a muchísima gente con impactos muy poco significativos, para intentar tener conversaciones más significativas con personas.

#VámonosJuntas nació con esa idea: migrar hacia plataformas como Mastodon, que nos ofrecen condiciones más éticas y democráticas. Si no las usamos, no tendrán sentido. La última buena noticia es que ya tenemos las tecnologías para hacer redes sociales más amigables. Solo nos falta usarlas, hacer estas tecnologías realmente sociales.

De la fragmentación a la enshittification: otro Internet no solo es posible, es inevitable

Por Sergio Salgado (Xnet).

Estoy de acuerdo con todo lo que ha dicho Marta, pero quiero remarcarlo: lo que parecen malas noticias, para mí son buenas noticias. La fragmentación no es un problema, es lo que siempre ha sido Internet: un conjunto de aldeas pequeñas, muy bien conectadas y con costes bajos de entrada y salida. La fragmentación es su estado natural.

El experimento de las grandes plataformas ha terminado. No estamos buscando a qué nuevo Twitter migrar, porque no hay otro Twitter. Las grandes redes no son foros públicos sino empresas privadas cuyo único interés es extraer valor de sus personas usuarias. Las redes sociales comerciales nos han mantenido cohesionados artificialmente a través del odio y la polarización.

La gente ya se está moviendo al bosque oscuro, donde la conversación real ocurre en espacios como Telegram, Discord, subreddits, mensajes privados, grupos cerrados… Ahora la conversación real está en esos espacios que son agradables porque tienen moderación comunitaria. La salida de las grandes plataformas es positiva porque nos permite recuperar la esencia de Internet. La riqueza generativa se produce en estos espacios fragmentados del bosque oscuro, en esos rincones, en estas madrigueras. ¿Cómo podemos ir ahí a extraer la riqueza? Esta era la idea de Zuckerberg con el Metaverso.

Estas grandes empresas quieren que se identifique el Internet con ellas. Estas compañías están en el concepto de: enshittification (traducido al español como: mierdificación​ o enmierdamiento). Somos las personas usuarias las que aportamos riquezas. Ellos primero
crean las plataformas para generar valor para quienes las utilizamos y, después, para generar valor para los socios comerciales, para los partners, para los publicistas, para los influencers, para las grandes cuentas, finalmente solo crean valor para ellos mismos, los ejecutivos de las compañías y entonces las plataformas mueren.

Mark Zuckerberg dice que va a permitir que las inteligencias artificiales hablen en Facebook unas con otras. Son inteligencias artificiales reaccionando a contenido tróspido creado por otras inteligencias artificiales. Simplemente está pensando en el bonus de este semestre. Facebook, en cinco años, estará donde está ahora MySpace (si es que no lo está ya).

La buena noticia es que estamos en el momento más interesante de Internet desde 2004. Todo el dinero invertido en centralización está ardiendo, mientras que la descentralización avanza con tecnología abierta. El péndulo ya está en movimiento: nos dirigimos a un Internet más libre. Otro Internet no solo es posible, es inevitable.

Si tienes cuenta en Bluesky, te recomendamos este hilo de conversación, donde debatimos sobre el concepto de “Bosque oscuro”, abordado por Sergio durante su intervención. Encontrarás más detalles al respecto y referencias para seguir profundizando en esta temática.

Lo que sostiene Sergio es que, sí, internet se ha convertido en un bosque oscuro, porque eso es lo que fue siempre y esa es una buena noticia www.ivoox.com/en/nictohilo…

Xnet – Instituto para Digitalización Democrática (@xnet-x.net) 2025-02-28T14:38:40.514Z

#VámonosJuntas: la experiencia de La Marea y Climática

Por Ana Veiga (La Marea y Climática).

Trabajo en la comunicación de un medio que quiere que la gente lea su contenido, pero llegó un momento en el que no pudimos más. Nos pesaba demasiado, nos daba vergüenza haber tardado tanto en tomar la decisión de dejar X, vista la manipulación del algoritmo y el crecimiento del odio. El 31 de diciembre dijimos: ‘Año nuevo, vida nueva: nos vamos de X’. Luego, en enero, cuando Zuckerberg eliminó la verificación de noticias en Meta, decidimos también dejar Facebook e Instagram.

@ana-veiga.bsky.social confiesa que al equipo de @lamarea.com le dio un poco de vergüenza haber tardado tanto en irse de #Twitter. ✅Gracias a todas las personas que nos acompañaron hoy en el #eventoonline🎯Próximamente publicaremos los detalles del debate en nuestro #Blog blablalab.eu/blog/

Bla Bla LAB (@blablalab.bsky.social) 2025-02-27T17:31:11.035Z

Llevábamos un año rumiando, pensando y planteándonos qué espacios queríamos ocupar en Internet porque creo que éramos conscientes de que algo no iba bien. Con todo este avance de las fake news, es muy frustrante que un reportaje hecho por cuatro profesionales que han estado un mes informándose con fuentes, revisando y confirmando el tema, esté compitiendo con un tuit de dos frases, que es un bulo y tiene más viralización que tu trabajo.

Somos un medio que intenta pagarle bien a sus trabajadores y trabajadoras. Es decir, somos pobres convencidas, con un código ético estricto, y eso hace que todo se complique, porque no aceptamos muchas ofertas de publicidad que nos llegan constantemente, que no son coherentes con lo que defendemos.

Hemos pasado de tener tráfico masivo desde Twitter a confiar en que nuestra comunidad venga directamente a nuestra web. Sabemos que hemos perdido visibilidad, pero lo preferimos, en lugar de trabajar en un terreno que pertenece a un terrateniente que cambia las reglas cuando quiere. Hemos renunciado a llegar a públicos más amplios, pero estamos ganando relaciones más profundas con nuestra comunidad. En Mastodon, la comunicación es diferente: nos escuchamos, nos dejan consejos, nos enseñan… Hemos perdido volumen, pero ganamos significado. Esta transición ha supuesto un reaprendizaje.

No estamos solas en esta transición. Iniciativas como #VámonosJuntas nos ayudan a compartir experiencias y estrategias. Nos hemos dado cuenta de que podemos hacer las cosas de otra manera, sin depender de los algoritmos. Estamos reconstruyendo algo nuevo y, aunque no sabemos exactamente a dónde nos llevará, sabemos que es el camino correcto.

El debate sobre alternativas de comunicación: nuevas perspectivas sobre comunidades y redes digitales

Pregunta: Si las redes tradicionales ya no funcionan como antes, ¿cómo pueden las organizaciones y medios de comunicación llegar a su audiencia?

Marta G. Franco propuso abandonar el modelo del community manager y adoptar un enfoque más cercano: “Tenemos que superar la figura de esa persona que está ahí todos los días, poniendo contenido en nuestra red social, para ver a quién llega, porque va a tener pocos frutos. Debemos empezar a trabajar más como trabaja tradicionalmente un jefe de prensa:
hablar con personas que ya están posicionadas para llegar a grandes audiencias, o sea, con periodistas o con tertulianos, con gente que ya sale en los medios o, en este caso, que ya tiene gran alcance en redes, para pasarle argumentarios, notas de prensa, contenidos, para intentar que hablen de nuestros temas”.

Por su parte, Sergio Salgado señaló que las redes sociales ahora funcionan como una televisión: en lugar de generar comunidades, es mejor tratarlas como un medio de publicidad. Por lo tanto, es importante construir comunidades en espacios propios en lugar de depender exclusivamente de redes externas. Además, enfatizó en el concepto de los microinfluencers: “Es la teoría de los dos pasos de la influencia política. Las campañas no buscan influenciar a la gente, buscan influenciar a la gente que influencia a la gente (…) El alcance siempre fue mentira. Nuestro objetivo es de incidencia política, pero en el momento en que confundimos el indicador con el objetivo, nos hemos equivocado de objetivo. A lo mejor, la manera de conseguir el cambio, es una manera mucho más capilar y de una trazabilidad mucho más difícil, que es lo que me encuentro yo en muchos proyectos que realmente consiguen impacto”.

Pregunta: ¿Cómo se puede comunicar a personas que no están alineadas con nuestros mensajes, especialmente en temas como el cambio climático?

Según Marta G. Franco, necesitamos una estrategia a largo plazo, combinando presencia en plataformas tradicionales con la creación de nuevos espacios alternativos: “Por supuesto, tenemos que llegar a más gente, pero también tenemos que llegar. Tenemos que asegurarnos que estamos llegando a la gente que ya es medio afín y también a la gente que todavía no tiene mucha información, que no está movilizada y tal. Si seguimos solamente comunicando a través de las redes sociales comerciales de estas plataformas de Instagram, Tiktok… no vamos a llegar o vamos a llegar muy poco, por todos los problemas que hemos dicho, que tienen que ver con la gran competencia que hay en ese espacio. Se trata de apostar por construir otro Internet o cuidar otros lugares de Internet. Es una cuestión que quizá tenga que ver más con una apuesta colectiva a medio plazo. O sea, no es inmediato. Evidentemente, es mucho más inmediato ir a Tiktok e intentar petarlo. Pero llevamos ya mucho tiempo apostando por esto y creo que nos compensa ir buscando el plan B”.

Por su parte, Ana Veiga recordó una frase que se ha convertido en un eje de trabajo: “Elegir es renunciar. Si tú estás eligiendo un camino, te va a tocar renunciar a determinadas cosas, entonces es imposible que llegues a ese gran gran público que tenías antes, o sea, es que no vas a encontrar eso, pero es que a lo mejor no es algo negativo. Volvemos a lo mismo. A lo mejor lo que tienes que hacer es plantearte, en qué redes quieres comunicar, qué tipo de personas están ahí a las que les puedes impactar y de qué manera (…) Tenemos que cambiar la forma en que lo vemos, entender que hay otro ritmo y pensar que estamos reconstruyendo algo. A lo mejor lo que tienes que hacer es eso, dividirte, probar determinadas redes, ver cómo te va encontrando la gente y, a medio plazo, ir valorando, ir reconduciendo la estrategia”.

Pregunta: ¿Existe un futuro optimista para la comunicación digital fuera de las redes comerciales?

Terminamos el evento con mensajes positivos, a pesar del contexto complejo que estuvimos abordando.

Marta G. Franco reflexionó sobre que estamos mejor preparadas para construir comunidad en este nuevo contexto que las grandes empresas. “Quiero insistir en la idea de dejar de hacer las cosas que hacemos por inercia y buscar lo que realmente tiene sentido hacer. Una idea de esperanza es que a nosotras se nos da mucho mejor andar por bosques oscuros, construir comunidad y cuidarnos entre todas. Entonces, como ahora, el paradigma es ese, como decía Sergio, pues estamos mejor equipadas para andar de la mano con nuestras amigas por un bosque, que quienes están metiendo mucho dinero en el lado del mal”.

Según Sergio Salgado, estamos en el momento más ilusionante de Internet desde 2004:
El programa cultural de la web 2.0, el cual define que la riqueza en Internet la ponemos las personas usuarias, es el programa cultural del siglo XXI y todavía tiene desarrollo
para para 60 años (…) Hay una montaña de dinero ardiendo en Silicon Valley y no saben cómo apagarla. Vamos a celebrarlo. Vamos a bailar todas alrededor de esa montaña ardiendo. Vamos a celebrar el momento en el que estamos. Puede parecer un momento muy oscuro, pero la noche es más oscura justo antes de que amanezca”.

Ana Veiga comparó este proceso con una mudanza: “Es un poco el punto en el que estamos, o sea, implica la pereza de cambiar todo, pero la ilusión de reconstruir, empezar en un sitio nuevo. ¿Y ahora qué quiero hacer? ¿A dónde voy a ir y con quién? Si lo reconstruyo, puedo decidir, y eso siempre es poderoso, o sea, decidir siempre es poderoso”.

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